Un jardín con dos partes muy diferenciadas en la que pudimos conseguir mantener la coherencia entre ellas. Una cara norte donde optamos por substituir el césped por gravas y crear unos espacios más tipo zen-mediterráneos, mientras que a la zona grande del jardín y piscina optamos por una fusión de jardín tropical y desértico, a base de cactus y palmáceas. Completa el jardín la estructuración y aterrazamiento para hacer un huerto familiar a la zona del jardín donde antes había maleza y desnivel.